Cada vez más los líderes empresariales son conscientes del valor que entraña desplazarse y celebrar visitas, reuniones o capacitaciones cara a cara, y ya no lo ven como un costo, sino como una inversión. Una reciente investigación determinó que 5 de cada 10 empresas en Latinoamérica implementan estos viajes en su plan de crecimiento (Clarín 2017).
Entre las ventajas más destacadas están:
− Cerrar ventas o negociaciones
− Explorar nuevos mercados mediante la participación en diversas convenciones
− Incentivar la cultura organizacional
− Promover la identidad corporativa
− Contribuir a la construcción de vínculos de confianza y empatía
Sin embargo, el punto radica en cómo sacar mayor ventaja de estas salidas. Un estudio de LSE (London School of Economics), explora cómo las empresas pueden llegar a comprender mejor sus programas de gastos de viajes y mejorar así la rentabilidad de la inversión.
Con el título Managing Every Mile («Gestionar cada milla»), el estudio revela que la gestión proactiva de los programas de viajes, aplicando las mejores prácticas y tecnología automatizada, permite a las empresas ahorrar dinero, aumentar la satisfacción de los empleados y proporcionar una mejor asistencia en cada milla recorrida.
Algunas de las recomendaciones principales que se extraen del informe son:
− Los programas de gastos en viajes deben concordar con las prioridades estratégicas del negocio.
− Establecer cinco etapas principales: financiación estratégica, compra, apoyo y asistencia al viajero, gestión de gastos, y análisis y respuestas.
− La tecnología desempeña un papel esencial a la hora de aplicar buenas prácticas en la gestión de los programas de viajes.
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