La normativa empresarial cada vez más exigente en el mundo, promueve el compliance como una función esencial en las empresas, con el fin de evitar sanciones por incumplimientos legales y regulatorios, sufrir pérdidas financieras o de reputación.

Pero ¿cuál es el significado de este concepto tan popular? en español lo han traducido como cumplimiento normativo, aunque la traducción se queda corta, significa la función que tienen las empresas u organizaciones para establecer los procedimientos que aseguren el cumplimiento normativo interno y externo. Una función independiente que identifica, asesora, alerta, monitorea, y reporta los riesgos de cumplimiento en las organizaciones (Comité de Basilea).

El cumplimiento regulatorio se convirtió en una condición básica para las empresas y la sustentabilidad de los negocios, pero en definitiva el factor de diferenciación de un profesional de compliance puede residir en la combinación de las habilidades que ya domina y la necesidad de adoptar nuevas tecnologías.

Un ejemplo es el auge del Fintech (finance + technology) y el RegTech (regulatory + technology); este último es un término empleado para catalogar un conjunto de empresas que, apoyándose en nuevas tecnologías, están creando soluciones para ayudar a las empresas de todos los sectores, a cumplir con los requerimientos normativos.

Es entonces no sólo una tendencia mundial sino una necesidad actual, la que lleva a las empresas a invertir en el cumplimiento regulatorio y en las soluciones tecnológicas, que además, optimizan tiempo y reducen costos.

Foto: gigaom.com